Foto: Prensa Libre
Más de 1.2 millones de personas fueron desplazadas internamente en Guatemala durante 2023, lo que representa cerca del 7% de la población nacional, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). El fenómeno, de carácter multidimensional, responde principalmente a dos factores: la violencia generalizada y los desastres naturales, que continúan afectando de forma desproporcionada a comunidades vulnerables en todo el país.
Del total de desplazamientos, 573 mil personas abandonaron sus hogares por hechos vinculados a la violencia, mientras que 685 mil lo hicieron como consecuencia de fenómenos naturales o provocados por el ser humano.
Los departamentos más afectados por la violencia fueron Guatemala, Escuintla, Alta Verapaz, Izabal y Huehuetenango, que en conjunto concentran más de la mitad de los desplazamientos registrados. En estos territorios, el Ministerio de Gobernación reportó 11,776 denuncias por extorsión en 2023, siendo el departamento de Guatemala el más golpeado con 9,401 casos.
Foto: Departamento 19
A la inseguridad se suman los efectos persistentes de los huracanes Eta e Iota, ocurridos en noviembre de 2020, que marcaron un punto de inflexión en el desplazamiento interno. Ambos fenómenos afectaron a más de 2.4 millones de personas y provocaron daños materiales estimados en 780 millones de dólares. Más de 300 mil personas fueron evacuadas, muchas de las cuales permanecieron desplazadas durante meses.
Alta Verapaz y Huehuetenango figuran entre los departamentos más golpeados por las tormentas, donde hasta un 36% de las familias reportaron haber sido desplazadas. En estas comunidades, la destrucción de viviendas, cultivos e infraestructura agravó la vulnerabilidad social y obligó a miles de personas a reubicarse en condiciones precarias.
El informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), basado en datos del INE, revela que el 53% de las personas desplazadas son mujeres y más del 60% son menores de 30 años, lo que evidencia una mayor exposición de la población joven y femenina ante este fenómeno.
El desplazamiento interno en Guatemala continúa siendo un desafío urgente que requiere respuestas integrales desde el Estado y la cooperación internacional, con enfoque en prevención, protección y reconstrucción de comunidades afectadas.
Con información de La Hora.