Se trata de la Escuela de Música de la Fundación Carlos F. Novela. Durante la pandemia del COVID-19, la vida para todos los maestros cambió drásticamente. No solo se volvieron expertos en su materia, sino que debían convertirse en ágiles creadores de contenido, conocedores de tecnología y productores de repente.
Para esta escuela de música, la realidad no fue diferente a la del resto. Las clases tuvieron que continuar en línea bajo los protocolos de seguridad. Sin embargo, en estos dos años, han logrado repuntar con sus niveles educativos y técnicas de enseñanza.
El nivel de Iniciación musical temprana se centra en el descubrimiento y desarrollo de las capacidades expresivas, musicales y psicomotoras del niño. En el desarrollo del programa, el niño puede elegir un instrumento musical, según sus preferencias y aptitudes.
Niños entre cero y cuatro años tienen sesiones semanales para la estimulación musical temprana. Para los cinco y seis años, comienza una sesión de estimulación musical temprana a la semana. En este proceso, los niños pueden escoger entre los siguientes instrumentos: Arpa, violín o piano.
Gracias a la pronta adecuación e implementación de procesos en línea, al compromiso de los maestros y el apoyo de los padres de familia y su confianza en las metodologías de la Escuela de Música, se logró fortalecer el programa.
Con información de Revista Granito de Arena.